Finalmente lo logré
- Raquel

- 15 jun
- 1 Min. de lectura
Me llamo Raquel y tengo 53 años. Toda mi vida trabajé limpiando casas. Dejé la escuela a los 15 porque tenía que ayudar a mis padres. Siempre quise estudiar enfermería, pero parecía imposible. Entre el trabajo, los hijos y la vida, siempre lo fui dejando para “algún día”.
Cuando cumplí 50, mi esposo se enfermó. Estuve a su lado en cada consulta, cada turno en el hospital. Aprendí más de medicamentos y cuidados de lo que imaginé. Cuando él falleció, sentí que la vida se me rompía, pero también pensé: si no es ahora, ¿cuándo?
Me inscribí en la secundaria para adultos. Después entré a estudiar auxiliar de enfermería. No fue fácil: me quedaba dormida sobre los apuntes, me sentía tonta entre compañeros jóvenes. Pero me gradué. Hoy trabajo en un geriátrico. A veces mis pacientes me dicen: “Tienes manos de ángel.” Y yo pienso en todo lo que tuve que vivir para llegar hasta aquí.




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