Para mí ser fuerte fue pedir ayuda
- fede

- 3 jun
- 1 Min. de lectura
Mirá, la verdad es que durante muchos años pensé que lo mío era normal. Que vivir todo el día con ansiedad, sin dormir, con ataques de ira o encerrado en mi pieza era simplemente “ser medio intenso”, como me decían. Pero no. Lo que tenía era una mochila que venía arrastrando desde pibe: un hogar donde había más gritos que abrazos, donde aprendí a sobrevivir pero no a vivir.
A los 25, exploté. Literalmente. Me quebré emocionalmente. No podía trabajar, no podía salir, ni hablar bien con nadie. Lloraba por cualquier cosa. No entendía qué me pasaba.
Ahí pedí ayuda. Con vergüenza, con miedo, pero pedí ayuda. Terapia, sí. Pero también me empecé a rodear de personas distintas, más sanas.
Hoy no estoy "hecho", eh. Sigo laburando en mí. Pero me miro al espejo y ya no me odio. Eso para mí es un montón.
A veces uno cree que ser fuerte es aguantar todo. Pero para mí, ser fuerte fue aprender a aflojar, a pedir un abrazo, a decir: "Che, no estoy bien". Eso es resiliencia.




Me siento muy identificado... Eso de cargar la mochila sin darte cuenta, de pensar que es normal vivir así... me pasa igual. Gracias por ponerle palabras. Me hiciste sentir menos solo.