

¿QUÉ ES LA RESILIENCIA?
La resiliencia es la capacidad de afrontar la adversidad y salir fortalecido
No es una cualidad innata que este presente sólo en determinadas personas
Más bien, todos los seres humanos, como especie, estamos equipados con mecanismos psicológicos y fisiológicos de afrontamiento
Esto se debe a que, a lo largo de la evolución, aquellos individuos mejor equipados para superar el estrés y las dificultades tuvieron más probabilidades de sobrevivir, reproducirse y transmitir sus genes, favoreciendo así la presencia de estas capacidades en toda la población humana
Pero, ¿es esta resiliencia con la que nacemos una capacidad fija e inmutable, o tiene la posibilidad de cambiar y desarrollarse?
La respuesta es clara: la resiliencia no es estática.
Es más bien como un músculo: cuanto más se ejercita, más fuerte se vuelve.
Las dificultades que enfrentamos pueden, paradójicamente, ser oportunidades para desarrollar una mayor capacidad de recuperación en el futuro.
Por eso, para tener una resiliencia completa y efectiva, necesitamos fortalecer diferentes "tipos" de esta capacidad, al igual que ejercitamos distintos grupos musculares para una fuerza integral.
4 TIPOS DE RESILIENCIA

RESILIENCIA FÍSICA
Capacidad del cuerpo para resistir, recuperarse y adaptarse a las tensiones físicas, enfermedades, lesiones o la falta de descanso. Un buen estado físico, hábitos saludables y la capacidad de recuperación biológica son clave en este tipo de resiliencia.

RESILIENCIA SOCIAL
Fortaleza que surge de las conexiones sociales sólidas, la confianza interpersonal, la cohesión comunitaria y la disponibilidad de recursos y apoyo dentro de la red social. Una fuerte resiliencia social permite a las personas afrontar mejor el estrés, compartir recursos en tiempos de necesidad y trabajar juntos para superar los desafíos colectivos.

RESILIENCIA EMOCIONAL
Capacidad de regular y gestionar las propias emociones, especialmente en situaciones de estrés o adversidad. Implica la habilidad para mantener la calma, recuperarse de los altibajos emocionales y no dejarse dominar por sentimientos negativos, manteniendo una perspectiva equilibrada.

RESILIENCIA MENTAL
Habilidad para procesar información de manera flexible y efectiva, analizar situaciones, encontrar soluciones creativas, cambiar la perspectiva si es necesario y mantener la concentración y la claridad de pensamiento bajo presión o incertidumbre. Permite aprender de los errores y ajustar las estrategias de pensamiento para superar los obstáculos.
